Este año 2016 estrenamos 3 nuevos equipos dentales Siemens. Para acompañarlos hemos renovados instalaciones y mobiliario.
También estrenamos uniformes.
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Se pensaba que con la vejez era natural ir perdiendo la dentadura. Ahora se sabe que esto no es cierto. Siguiendo algunos pasos sencillos para mantener sus dientes y encías sanas, además de visitar periódicamente al dentista – ¡podrá Ud. conservar sus dientes para toda la vida!
La placa está formada por masas invisibles de gérmenes dañinos que se encuentran el la boca y se pegan a los dientes. Algunos tipos de placa causan las caries dentales. Otros tipos de placa causan enfermedades de las encías. Las encías rojas, hinchadas o sangrantes pueden ser las primeras señales de una enfermedad de las encías. Si la enfermedad de las encías es ignorada, los tejidos que mantienen a los dientes en su lugar se destruyen y eventualmente se pierden los dientes. La placa dental difícilmente puede ser vista, a menos que esté teñida. Ud. puede colorear la placa al masticar unas tabletas rojas «reveladoras» que se venden en las tiendas de víveres o en las farmacias. También se puede usar un el colorante verde para comidas. El color rojo o verde que mancha y se impregna en los dientes, muestra donde queda todavía placa y dónde debe Ud. seguir cepillando para removerla. Coloree así y examine su dentadura periódicamente para asegurarse de que está removiendo toda la placa. Pregúntele Ud. a su dentista o higienista dental si sus técnicas para remover la placa resultan bien.
Use el hilo dental para remover los gérmenes y partículas de comida entre los dientes. Enjuage.
Use cualquier método de cepillar los dientes que le sea más cómodo, pero no los frote con fuerza de un lado a otro. Pequeños movimientos circulares y movimientos cortos de un a otro lado es lo mejor. Enjuage. Para prevenir las caries, lo que se pone en el cepillo es lo importante. Use una pasta dental con fluoruro. El fluoruro protege los dientes contra las caries. ¡Y para mayor sensación de bienestar, cepíllese la lengua! Enjuage otra vez.
Los residuos de comida, especialmente los dulces, proveen nutrientes a los gérmenes que causan las caries dentales, así como a los que causan enfermedad de las encías. Por esta razón es importante remover todos los residuos de comida, así como la placa de los dientes. Remueva la placa por lo menos una vez al día–¡dos veces al día es mucho mejor! Si Ud. sólo se cepilla y limpia con hilo dental una vez al día, hágalo antes de acostarse.
Aquí tiene una serie de consejos para diferentes emergencias dentales.
Enjuague vigorosamente su boca con agua tibia para desalojar restos de comida. Use hilo dental para remover cualquier resto de comida que pueda estar atrapado entre los dientes. Si existe inflamación, coloque compresas frías por fuera de su mejilla. No use calor, ni coloque aspirina en el diente dolorido ni en la encia. Acuda a nuestra consulta para podamos realizar un diagnóstico y tratamiento correctos
Si el diente está sucio, límpielo suavemente bajo el agua corriente. No lo cepille, insértelo y fíjelo en su alvéolo. Si esto no es posible, coloque el diente en un recipiente con leche o agua fría, venga a vernos lo antes posible. No olvide traer el trozo de diente. Debemos asegurarnos de que estamos vacunados con la antitetánica.
Suavemente limpie el área afectada con agua tibia. Coloque compresas frías en la cara, en el área del diente lastimado para reducir la inflamación, si es posible rescate el trozo de diente. Acuda a nuestra consulta lo antes posible.
Trate de remover el objeto con hilo dental, con cuidado para evitar dañar las encías. No trate de sacar el objeto con instrumentos cortantes o puntiagudos.
Inmovilice la mandíbula con cualquier trapo (pañuelo, corbata, toalla). Si existe inflamación aplique compresas frías. Acuda al hopital.
Aplique presión directamente sobre el área sangrante con una gasa estéril. Si existe inflamación, aplique compresas frías.
Si un alambre está causando irritación, cubra la punta con una pequeña bola de algodón, cera de abeja, o un pedazo de gasa
Guarde la calma, cuanto más relajado esté, más fácil regresará la mandíbula a su lugar. Acuda a nuestra consulta para que podamos reducir la luxación. Si no es posible visitarnos se deben realizar dos movimientos: primero traccionar la mandibula hacia abajo y segundo enpujarla hacia atras.
Cuando no existe ninguna posibilidad de tratamiento conservador de un diente, es necesario recurrir a su extracción. Con frecuencia las extracciones son temidas por el paciente incluso más que otras intervenciones quirúrgicas no relacionadas con la boca. El avance de las modernas técnicas de anestesia local hace que en la actualidad las extracciones puedan ser realizadas sin ningun tipo de dolor y con el menor grado de molestia para el paciente.
Por otro lado, si hay cierto grado de miedo a la intervención existen una gran variedad de fármacos que permiten que el paciente esté relajado durante el acto operatorio y no esté en tensión o con nerviosismo.
La causa más frecuente por la que debe ser extraído un diente es la destrucción por caries, y es un segundo lugar la causante es la enfermedad periodontal (la piorrea). Sin embargo, existen otras situaciones en las que es precisa la extracción de un diente, aunque son menos frecuentes que las dos anteriores:
Cuando se produce un traumatismo en la cara puede ocurrir que alguno de nuestros dientes sean afectados. Si esta fractura o rotura se produce en la raíz, por debajo de la encía, no es posible restaurar el diente o muela, por lo que hay que extraerla.
Ante una malposición de los dientes que necesiten ser alineados mediante un tratamiento ortodóncico, puede ocurrir que haya una importante falta de espacio. En estos casos la única manera de conseguir espacio suficiente para la correcta colocación de nuestros dientes es la extracción de alguna pieza dental, generalmente los primeros premolares.
Un diente o muela en una malaposición puede dificultar la colocación de una prótesis para poder rehabilitar los maxilares.
Si los dientes deciduos o «de leche» no se recambian a su debido tiempo, pueden provocar una alteración en la posición o erupción de los dientes definitivos, por lo que deben ser extraídos.
Los dientes incluidos son dientes que no han erupcionados durante su período normal de erupción. En estos casos debemos descartar cualquier tipo de patología y realizar una radiografia panoramica para poder determinar la causa en este retraso de la erupción.
Las inclusiones más frecuentes son las de los cordales (muelas del juicio) superiores o inferiores y la de los caninos (colmillos), sobre todo en el maxilar superior. Los problemas en la erupción de los cordales es muy frecuente, y esto es debido a que en la evolución del hombre, el tamaño del maxilar superior y de la mandíbula ha ido disminuyendo más rápidamente que le número de dientes. Esto produce una falta de espacio que impide la normal erupción de éstos. En su intento por salir, los cordales, empujan al resto de dientes que ya están colocados en la arcada, pudiendo provocar apiñamiento y malposición de los mismos. De igual manera, los intentos de erupción de estas muelas provocan episodios de dolor, inflamación y supuración. Los caninos incluidos generalmente presentan una falta de espacio en la arcada o bien su posición dentro del hueso es incorrecta. En la mayoría de casos el diente «de leche» permanece incluso hasta edad adulta, ya que no es empujado por el definitivo. Por otra parte, el canino incluido puede lesionar las raíces de los dientes cercanos a él e incluso provocar su caída. La importancia de extraer los dientes o muelas incluidas radica en que estos dientes son una bomba de relojería, que pueden empezar a dar problemas en cualquier momento. Y siempre es mejor realizar la extracción cuando no existe sintomatología ni molestias, ya que el postoperatorio es mejor.
El mal aliento o halitosis es un problema común que ha afectado a la humanidad desde tiempos remotos. En la mayoría de los casos estos malos olores se originan por bacterias de la misma cavidad oral. Suele afectar a personas que padecen alguna forma de enfermedad periodontal, caries, restauraciones dentales defectuosas, empaquetamiento alimenticio u otras patologías. En las personas sanas esos malos olores provienen de la parte dorsal de la lengua donde es difícil tener acceso con el cepillo para renovar la superficie lingual en su composición bacteriana.
Como no somos capaces de notar nuestro propio mal aliento, muchas personas no son concientes de su problema. Si alguien padece halitosis, lo recomendable es que alguna persona cercana le comente su problema para que reciba tratamiento cuanto antes.
Se han utilizado enjuagues de diversas clases para combatirla, pero mientras no se pueda controlar la causa, estas son solamente acciones temporales paliativas, como el uso de chicles o caramelos.
El unico tratamiento efectivo para el mal haliento es eliminar las bacterias responsables. Se deben tratar la enfermedad periodontal y las caries presentes, e instaurar una correcta medidas higienicas.